La primera cosecha del Arevalismo 2.0 y la X Legislatura
Enero 15, 2025
Los fusionistas o liberales clásicos sostenemos desde hace tiempo que el verdadero problema de Guatemala es de naturaleza política. La ciencia política se auxilia a la vez de otras ciencias o disciplinas que le permiten entender la realidad; una de esas disciplinas es la “ontología”, la rama de la filosofía que estudia el ser o naturaleza de las cosas.
La ontología sirve a la política al explicar que la naturaleza y fin de un gobierno es reprimir, por medio de la fuerza, toda clase de amenaza a los derechos naturales de los ciudadanos: vida, libertad y propiedad. Así, el gobierno ejerce el monopolio de la fuerza, mediante un pacto social libre promulgado en una constitución, pero sólo para reprimir a delincuentes y malhechores, a través de la seguridad y la justicia. Y para administrar la obra pública de infraestructura física. De ahí que el principio cardinal del liberalismo clásico o fusionismo sea el “gobierno limitado”, limitado a esas únicas tres funciones.
Mientras no exista un gobierno limitado a sus funciones propias y naturales no será posible alcanzar altos niveles de bienestar y calidad de vida para todos. Por tanto, esperar y exigir buenos resultados al oficialismo y a la oposición de turno, todos contrarios al principio de gobierno limitado, es como pedirle peras al olmo. ¡Es algo completamente irracional!
Ahora bien, el problema no yace exclusivamente en el Arevalismo 2.0 y la X Legislatura, en esos nombres. Yace en el sistema, o sea en las leyes, la Constitución y en los tantos convenios y acuerdos internacionales de signo estatista. Es ahí donde son necesarios los cambios profundos. Y esos cambios no son posibles sin que nosotros, los ciudadanos, cambiemos nuestra mentalidad estatista por una mentalidad fusionista o liberal clásica.
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Crédito de las imágenes: Centra News y TV Azteca Guate.
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